Nacido en Santander. Durante los años 70 comienza su trayectoria como actor: pequeñas compañías y teatro de experimentación. Con el grupo A.T.E.S., como actor protagoniza e interviene en numerosos títulos entre los que destacan: entre 1971 y 1975, -bajo la dirección conjunta de Rafael Ramos y Roberto P. Gallegos- "Tiempo del 98", de Antonio Castro; "Oratorio", de Jiménez Romero; "Guadaña al resucitado", de Gil Novales, en 1972; y "Ejercicios en la noche", de Juan Antonio Castro, en el 74. También interviene en "Un español del 27", sobre textos de Lorca y dirección de R. Ramos y "Los opositores", de Mediero dirigido por R. P. Gallegos. En "Nenúfares", de A. Canales, en 1972; y el espectáculo de 1973: "Cenas medievales", a partir de textos de Miguel de Cervantes, Lope de Rueda, Quevedo; es dirigido por Alicia Canales. Pero enseguida, en 1976, da por concluida una etapa inicial centrada exclusivamente en la interpretación, y ya dirige su primera obra, la premiada: "Espectáculo Number One", a la que seguirá "El retablillo de don Cristóbal" de García Lorca.
Poco tiempo después funda la primera compañía de teatro profesional en Cantabria: Caroca, un hito en el yermo panorama teatral de la región en aquel momento. Durante más de diez años, como director, y sin abandonar el escenario como actor, pone en pie el teatro que se estrena entonces en Europa con cerca de diez obras de autores como Wittlinger, Gentile, Toller, Fo y Rame. Entre las obras dirigidas en aquellos años para Caroca pueden citarse "La pancarta", de Jorge Díaz en 1977; ¿Conoce Vd. la vía láctea?", de Karl Wittlinger; y "Mambrú se va a la luna", ambas en 1978.
Los 80 son años de una intensa actividad escénica para Román Calleja en ámbitos heterogéneos: los estudios en Arte Dramático se suman al trabajo con la compañía y en solitario en espectáculos vinculados a poetas, escritores y artistas plásticos como Jisquio o Cuéano. Es pródiga su labor como director de escena con títulos como "Tripode'r", de Isaac M. Cuende, en 1980; las obras de Guillermo Gentile: "Un bombón, un bombín y un bastón", en 1982; "Las cucarachas", 1985; y, "Tira de la cadena", llevada a escena en 1986. Le siguen: en ese año "Pim-piribón-pim-pim", de Isaac Cuende; "Hinkemann", de Ernest Toller en 1987, y la exitosa "Un día cualquiera", de Darío Fo y Franca Rame, protagonizada por Anabel Alonso en 1988.
En su tenacidad por acercar el Teatro al ámbito académico, Román Calleja imparte clases en el Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Cantabria, y el Instituto de E. M. "Santa Clara" En su vertiente terapéutica, colabora con el psiquiatra Miguel López Ors, en el Aula de Teatro del Inconsciente del Centro de Salud Mental (AISNA).
Titulado por la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla en 1987, aborda un reto apetecido: funda con un reducido equipo de profesionales la Escuela de Arte Dramático de Cantabria en 1988, de la que es director y profesor de interpretación hasta septiembre de 2011. Desempeña en ese ámbito la dirección escénica de varias obras, entre las que sobresale la trilogía trágica de Federico García Lorca: "Yerma" (1993, 1999), "La casa de Bernarda Alba" (1997) y "Bodas de sangre" (1998).
En 1991 Román Calleja es nombrado Coordinador General del Palacio de Festivales de Cantabria inaugurado ese año. De su mano, la Escuela de Arte Dramático se ubica en este nuevo y espectacular ámbito estable, como parte activa de la unidad de producción de las artes escénicas que alberga el centro.
Programación y docencia dominan en gran parte su labor durante la siguiente etapa, pero el aliento del hombre de teatro persiste en la dirección escénica y así se suceden las obras: "Caleidoscopio", sobre textos de García Lorca, con el grupo Miriñaque Teatro, "Byzantium", drama litúrgico para el Coro Kontakion (1996), y para el Coro de la Filarmónica de Cluj (2004); y en 2003, "Hay que deshacer la casa" de Sebastián Junyet.
Los primeros años del nuevo siglo imprimen una sustancial inflexión en su recorrido como director escénico, desarrollando los proyectos fuera de Cantabria: en el año 2002, destaca el estreno en España de la obra "Copenhague" de Michael Frayn, con Fernando Delgado, Sonsoles Benedicto y Juan Gea, producción de Fila Siete y Armonía. Le seguirá en 2007, "Llama un Inspector" de J.B. Priestley, con José Luis Pellicena, Francisco Valladares, y Concha Cuetos, en una producción de Juanjo Seoane; un montaje que ha estado en escena hasta Junio de 2009.
Para un director que va al encuentro de la creación y no elude el riesgo, la ópera proporciona un diferente enfoque en el trabajo escénico. Con ese empeño se levanta el telón en el Teatro de Opera de Brasov, Rumanía, en diciembre de 2007, para el preestreno de la ópera "La Casa de Bernarda Alba", sobre el texto de García Lorca y música de Miguel Ortega. El estreno oficial tuvo lugar en los Festivales Internacionales de Santander y Perelada en agosto de 2009, con Raquel Pierotti, Monserrat Martí Marina Rodríguez Cusí Beatríz Lanza, Marina Pardo... En esta línea de búsqueda de distintos lenguajes teatrales se inscribe la dirección escénica de Román Calleja en la ópera "La Voix Humaine", con música de Poulenc y texto de Cocteau, dirección musical de Francesco María Colombo, y la soprano Raffaella Angelleti, producida por el Festival de ópera de Tenerife en noviembre de 2009.
En Febrero de 2011, en una producción del Palacio de Festivales de Cantabria, pone en escena "Romeo y Julieta" de William Shakespeare, con Laura Orduña, Gorsy Edu, Agustín Ruiz. En la actualidad nuevos proyectos operísticos y teatrales lo emplazan sobre el escenario en próximas fechas.
Es titulado en Arte Dramático por la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla. Actor y Director. Miembro de la A.D.E. (Asociación de Directores de Escena de España) ...